Ayer por la noche intenté obtener una foto del cumulo 47 Tuc. Pero por segunda vez la foto fue imposible de procesar. La contaminacion luminca que estamos padeciendo esta haciendo casi imposible fotografiar objetos de espacio profundo que no esten en el cenit o cerca de el. Por supuesto es un tipo de contaminacion que no sale en los diarios, ni en los noticieros. Es un tipo de contaminacion que parece no molestar a nadie. En principio, estamos perdiendo a las estrellas. Uno eleva la mirada y solo ve alguna que otra perdia: la Cruz del Sur, Alfa Cen, Archemar, Canopus, las clasicas Tres Marias y alguna que otra perdida por ahi en medio de un cielo blancuzco. Del sitio Starlight ( http://www.starlight2007.net/contamienacion.htm) extraigo estos comentarios. No pretendo hacer una cruzada, pero es hora de tener conciencia de que hay males que existen como tales aunque no aparezcan por TV o que algun famoso no de su cara por este tema aunque, paradojicamente, la pongan para decirnos que debemos ahorrar enegia o que debemos desarrollar formas de energia susteantables, cuando se despilfarra inutilmente. Dejo aqui el texto:
"La contaminación lumínica es un término genérico que indica la suma de todos los efectos adversos de la luz artificial. Uno de los aspectos más perjudiciales para la astronomía es el brillo o resplandor de luz en el cielo nocturno producido por la reflexión y difusión de luz artificial en los gases y partículas de aire por el uso de luminarias inadecuadas que envían luz directa hacia el cielo o fuera de la zona a iluminar y/o por los excesos de iluminación.
En el modelo luminotécnico vigente prima el deslumbramiento, dado que se basa en la errónea creencia de que el exceso de luz incrementa la visibilidad para los ciudadanos, cuando en realidad el resultado es precisamente el contrario. Los defensores de la noche eléctrica basan su sed de iluminación en conceptos que socialmente han demostrados en cientos de estudios ser erróneos o inútiles. Conceptos tales como la falsa seguridad, al afirmar que una ciudad o carretera profusamente iluminada es una ciudad segura, o el de ostentación lumínica que se confunde con calidad de vida, prosperidad o riqueza. En cualquier caso, aún aceptando estos argumentos, lo que no tiene ningún sentido es alumbrar el cielo en base a diseños y conceptos de iluminación poco responsables y técnicamente groseros, simplemente porque es absurdo gastar energía en iluminar el firmamento, dado que lo que se pretende finalmente es iluminar el terreno o el interior de nuestras viviendas o recintos.
No saber dirigir la iluminación hacia donde hace falta es un acto tan poco inteligente como no tener capacidad para elegir la intensidad de la iluminación adecuada en cada caso, ya que un ámbito sobreiluminado puede ser más inseguro y evidentemente más desagradable que un ámbito iluminado de forma racional.
Pero si se observan los comportamientos desde la óptica energética podemos percibir con mayor fuerza las contradicciones de nuestro modelo luminotécnico actual. Evitar la contaminación lumínica del cielo es una de las pocas problemáticas medioambientales cuya solución es rentable, máxime si al concepto de eliminar la "iluminación inútil", le añadimos el de eficiencia energética. La mayor parte de las experiencias de sustituir el alumbrado público convencional por luminarias bien apantalladas y dirigidas a donde tienen que iluminar y que además tienen la propiedad de ser de bajo consumo, muestra que los consumos energéticos se reducen entre un 25 y un 30%. Tal reducción afecta no sólo al gasto y a la gestión sostenible de los recursos energéticos, sino que evidentemente tiene un efecto medioambiental positivo en relación a la reducción de los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera que, como sabemos, constituye otro factor de reducción de la calidad del cielo nocturno. Un efecto positivo que se acrecienta a la hora de elegir entre luminarias muy poco contaminantes como las de vapor de sodio a baja presión o luminarias ambientalmente nocivas como las de vapor de mercurio o las de halogenuros metálicos.
Disfrutar de un cielo estrellado tiene por lo tanto mucho que ver con nuestro concepto de cómo usar racionalmente la energía, no sólo en materia de gestión inteligente de la iluminación, sino también en aspectos relativos a las decisiones sobre el transporte o la opción de las energías renovables que afectan directamente a la calidad de la atmósfera. Tanto es así, que podría afirmarse que una comunidad energéticamente sostenible es una comunidad capaz de disfrutar del cielo nocturno. "
De esa noche, antes de desarmar todo, me quedo el consuelo de tomar una imagen de nuestra compañera de viaje. Aun con toda la polucion, se deja fotografiar y se muestra tan bonita como de costumbre.